se resuelva el cielo con nubes rosadas.
Puede que a las viejas calles castellanas
devuelva sus trinos el tuno callado.
Es posible y quiero que el trigo dorado
recubra las sendas hasta la cañada,
que al subir el río vuelva acariciada
la piel de tus piernas que el sol ha besado.
No sería milagro que los ruiseñores
que cantan al reo del bajo medievo
mejoren sus cantos en tiempos mejores.
Tantas cosas pueden ocurrir de nuevo
que, aunque ahora esté seco, la esperanza llevo
de ver nuestro almendro con frutos y flores.
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