dimanche 3 janvier 2016

Carta a Mencía desde el insomnio

Naranja nace la Luna
por la cañada
Por entre los juncos finos
Luna dorada

Ya sube por la colina
rayo de lana
por los olivares muertos
Luna de plata

Por el cielo marinero
qué sola canta
sobre los campos dormidos
la Luna blanca

Baja la Luna hacia el río
ya rompe el alba
un rayo duerme escondido
dentro del agua

Nace la Luna sonriendo
moneda rara
y muere sola y serena
de madrugada

¡Ay, nana lunera, nana!

(Mencía, esta cancioncilla tonta la escribí en 1984, cuando salí de Andalucía)

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