mercredi 18 septembre 2019

Siento que te pierdo

Siento que te pierdo. Que prefieres
a mi jaula, cáñamo y palo,
su jaula, rubí y alfileres.

Siento que te pierdo. Que no quieres
bucear entre mis corales
sin el blanco de sus paredes.

Te estoy perdiendo. No hay en mi senda
hostales de cama limpia ni
armarios llenitos de prendas.

Me quedo en el puerto. Ya no hay viento
que llene mis velas, ni rumbo
hacia el vivir, ¡ay! si te pierdo.


mardi 17 septembre 2019

Sin título 1

Son las dos intensas del día
bajo un extenso azul celeste.
El silencio cubre hasta el silencio
en una capa espesa de pasteles.

Si acaso una gaviota raja el fondo
con un fulgor blanquecino inaudible
remitiendo la esfera ambiental
a una aérea perspectiva velazqueña.

De lejos y de vez en cuando estalla
una risa sorda, un motor diésel, una voz
que inscriben en el tiempo el tiempo
del suceso, del instante, del momento.

Como si de un lienzo se tratara
la superficie del mar ondea suavemente
en la paz meridiana de un lunes de septiembre
disfrutada en solitario alejado de la playa

Mi cuerpo inmerso casi por completo
se asemeja a una botella llena
de la que emerge erguida y posada
una casi cabeza, labio, nariz, ojos y canas.

El sol llueve luces que traspasan
la piel ligera del mar marino
y le dan a la piel de mis antebrazos
pinceladas ocres de reflejos dorados.

El cuadro es casi perfecto. Espacio,
tiempo y olor salado a planeta se armonizan.
El marco y la obra se resuelven
en reciprocidad de materia y coloridos.

Mientras nadan mis miembros con la calma
de medio siglo vencido entre risas,
mi mente busca el misterio necesario
que hace de un minuto una obra de arte.

Ceso la respiración, fuerzo los ojos
a quedarse abiertos bajo la superficie
y me arriesgo a cruzar el lienzo
como lo hiciere Alicia con su espejo.

Nado y en mi nadar distingo
mis manos que el sol contrasta
y las veo vacías, ansiosas, incompletas,
sedientas bajo el agua del agua de tu piel.

Creo y es mi credo y es mi fe y es mi pintura
que el faltarme tú, cuerpo y risa y aventura,
conmueve mi alma y la alimenta y cura
mientras trato de excavar un tesoro en mi escritura.