Adivina adivinanza
Busca en el fondo de tu alma
la palabra la más bella
y dísela muy bajito
a esa primera estrella
que se cruza en tu camino
Y mira cómo el lucero
se repinta del color
que lleva dentro muy dentro
esa palabra, esa voz.
Coge en tus sueños de niño
el deseo más deseado
y cámbialo un momentito
en luz de tinte muy claro
Recoge un retal de vela
y con esos dos colores
pintale tres bandas, pinta
tres banditas paralelas
Y álzala en la punta un palo
que así se vaya secando
Mira qué bonita, miren
cómo vuela
deja que el viento bautice
esa bandera
Canta la paz al Mundo. Canta
a España sol, sol y esperanza
Canta libertad a sus hijos
pide tierra y justicia a gritos
No es bandera guerrera
es un brindis de hermandad
que le regala mi tierra
a la Humanidad
mercredi 21 décembre 2016
mardi 20 décembre 2016
Niñas
Eran las cuatro
de un nuevo día
por la muralla
avanza lenta
la silueta
de una mujer
Blanca la cara
sin alegría
llevaba puesto
un vestido viejo
que la cubría
hasta los pies
En su regazo
medio escondido
envuelto en luto
guardaba un bulto
entre sus brazos
huesos y piel
Me acordé de aquellas niñas de mi calle
que aprendieron con muñecas a ser madre
y les cantaban nanitas nana nana
para que no lloren más
Y volví a mirar la madre en la muralla
con las manos por delante le enseñaba
ese fruto de su vientre a la alta mar
Agua
bonita y salada
recoge el regalo
que te hace esa niña
que no entiende ná
Agua
sírvele de almohada
que duerma tranquilo
ese corderillo
que descanse en paz
Hombre
cobarde y sin sangre
que te haces el ciego
cuando acaba el juego
y empieza el deber
Córtate ese trozo carne si te pica
pero deja que esa muchachita siga
jugando a ser madre con su muñequita
O aprende a ser hombre a tu vez
samedi 17 décembre 2016
Tres rosas
Tuve suerte en primavera
de haber plantado un rosal
allá lejos de mi tierra
Y aunque sea una tierra extraña
quien le fuera dando asiento
las raíces por adentro
se iban nutriendo de España
Lo regué con lo que había
con aires de carnaval
con el agua y con la sal
de mi madre Andalucía
Con palabras verdiblancas
le daba alma, paz y aliento
y ondeaban por el viento
libertades y esperanzas
Me dio ese rosal tres flores
del mundo las más bonitas
y el otoño de mi vida
me lo alegran los colores
de esas tres rosas canallas
que van repartiendo amores
por donde quiera que vayan
de haber plantado un rosal
allá lejos de mi tierra
Y aunque sea una tierra extraña
quien le fuera dando asiento
las raíces por adentro
se iban nutriendo de España
Lo regué con lo que había
con aires de carnaval
con el agua y con la sal
de mi madre Andalucía
Con palabras verdiblancas
le daba alma, paz y aliento
y ondeaban por el viento
libertades y esperanzas
Me dio ese rosal tres flores
del mundo las más bonitas
y el otoño de mi vida
me lo alegran los colores
de esas tres rosas canallas
que van repartiendo amores
por donde quiera que vayan
mercredi 14 décembre 2016
Abrazo
Dame tus dedos
dame tus manos
dame tu tiempo
dame un abrazo
Dame tu espalda
tu cuello blando
Pega en mi pecho
tu pecho blanco
Deja que el aire
tibio que sale
de tu garganta
derrita el hielo
y derrumbe el miedo
que me atraganta
Flechazo
Un día de lluvia
cayó del cielo
un rayo un flechazo
color de almendro
Te moja el agua
te asusta el trueno
piden ayuda
tus ojos negros
No seas coqueta
dije, y te puse
mi chaqueta
en el bolsillo
dejé olvidado el
corazón mío
cayó del cielo
un rayo un flechazo
color de almendro
Te moja el agua
te asusta el trueno
piden ayuda
tus ojos negros
No seas coqueta
dije, y te puse
mi chaqueta
en el bolsillo
dejé olvidado el
corazón mío
Piropo
Te quiero porque
eres como aquellas
flores de otoño
no solo bellas
Con tus palabras
vas por la acera
sembrando soles
de primavera
Te digo hermosa
pienso mujer
libre y graciosa
Cuéntame cosas
falsas verdades
maravillosas
eres como aquellas
flores de otoño
no solo bellas
Con tus palabras
vas por la acera
sembrando soles
de primavera
Te digo hermosa
pienso mujer
libre y graciosa
Cuéntame cosas
falsas verdades
maravillosas
lundi 5 décembre 2016
Duermes
Suave ligera y sedosa
la noche abandona un velo
de sueño sobre tu cuerpo
la noche abandona un velo
de sueño sobre tu cuerpo
y sube de un fondo tibio
una dulce vibración
que armoniza tus recelos
una dulce vibración
que armoniza tus recelos
todo tu ser se relaja
tu mente anula barreras
tus venas respiran calma
tu mente anula barreras
tus venas respiran calma
queda el tiempo suspendido
el mundo y yo te miramos
yo con amor, él sin ruido.
el mundo y yo te miramos
yo con amor, él sin ruido.
mercredi 30 novembre 2016
Examen oral
Ay, mi niña, si supieras
por qué se calla la gente...
Hay personas que de frente
parecen salvajes fieras
(y cuando se dan la vuelta
se amansan prudentemente
cuando debe hablar la mente)
por no mostrarse imperfectas
Otras al contrario mudas
carcomidas por las dudas
y el miedo a no acertar.
¿Es tan grave equivocarse
que en vez de atreverse a hablar se
humille alguien a callar?
por qué se calla la gente...
Hay personas que de frente
parecen salvajes fieras
(y cuando se dan la vuelta
se amansan prudentemente
cuando debe hablar la mente)
por no mostrarse imperfectas
Otras al contrario mudas
carcomidas por las dudas
y el miedo a no acertar.
¿Es tan grave equivocarse
que en vez de atreverse a hablar se
humille alguien a callar?
Qué bonita es Italia...
¡Ay! ¡Qué bonita es Italia
cuando luce el sol de abril
sobre el mármol de Carrara...!
¡Qué bien cantan las pinturas
los frescos llenos de santos
diosas en las esculturas!
¡Qué alegres cantan las voces
de bambinos en la calle
corriendo tras de los coches!
No es azul el cielo, es gris
porque dos mares la riegan
del mes de mayo al de abril.
Y el sol, que se hincha de helados,
ni quema la piel ni adorna
los montes medio embrumados.
La elegancia es educada
la belleza cultivada
y la historia venerada.
cuando luce el sol de abril
sobre el mármol de Carrara...!
¡Qué bien cantan las pinturas
los frescos llenos de santos
diosas en las esculturas!
¡Qué alegres cantan las voces
de bambinos en la calle
corriendo tras de los coches!
No es azul el cielo, es gris
porque dos mares la riegan
del mes de mayo al de abril.
Y el sol, que se hincha de helados,
ni quema la piel ni adorna
los montes medio embrumados.
La elegancia es educada
la belleza cultivada
y la historia venerada.
Todo se queda en deseo
Todo se queda en deseo
y en deseo se me queda
pasear por la Alameda
y besarte en el paseo
Y en sueño de niño pobre
se queda, nena, tenerte
contenta a mi lado y verte
regalar risas de cobre
Se queda en sueño truncado
mi sueño de enamorado
y en el deseo se estanca
como se estanca en la nube
el suspiro alto que sube
a derramarse alma blanca
y en deseo se me queda
pasear por la Alameda
y besarte en el paseo
Y en sueño de niño pobre
se queda, nena, tenerte
contenta a mi lado y verte
regalar risas de cobre
Se queda en sueño truncado
mi sueño de enamorado
y en el deseo se estanca
como se estanca en la nube
el suspiro alto que sube
a derramarse alma blanca
Prosa, prosa, prosa
Prosa, prosa, prosa, prosa,
prosa, prosa y poesía
voces, voces, voces, voces,
voces, voces y poesía
Argumentos y argumentos
y argumentos y poesía
mentes cerradas y lenguas
que no paran y poesía
bocas abiertas de inútil
sabiduría y poesía
un mar de sandeces un mar
de sandeces y poesía
¡Que todo se vaya y calle!
¡Que sólo quede Poesía!
prosa, prosa y poesía
voces, voces, voces, voces,
voces, voces y poesía
Argumentos y argumentos
y argumentos y poesía
mentes cerradas y lenguas
que no paran y poesía
bocas abiertas de inútil
sabiduría y poesía
un mar de sandeces un mar
de sandeces y poesía
¡Que todo se vaya y calle!
¡Que sólo quede Poesía!
Hoy por fin dejo...
Hoy dejo por fin de amar
Se acabó ya ese dolor
permanentemente atado
al deseo y al fulgor
Terminaron los lamentos
ya no hay más satisfacción
las pasiones quedan lejos
de este anciano corazón
Aparta de mí el vinagre
la esponja llena de hiel,
dame paz y dame miel.
Templada quiero mi sangre
tranquilo el mañana fiel
y dulzón el moscatel.
Se acabó ya ese dolor
permanentemente atado
al deseo y al fulgor
Terminaron los lamentos
ya no hay más satisfacción
las pasiones quedan lejos
de este anciano corazón
Aparta de mí el vinagre
la esponja llena de hiel,
dame paz y dame miel.
Templada quiero mi sangre
tranquilo el mañana fiel
y dulzón el moscatel.
Hay horas cortas
Hay horas cortas
y otras más largas
horas felices
y otras amargas
Hay cielos grises
y noches blancas
tardes de ensueño
o que te embargan
Hay voces suaves
de hermana amante
como de nata
Y por encima
de toda rima
hay tu mirada
Maramiamiau, miau, miau
Entre tantos adoquines viejos
que la lluvia parmesana pinta
de mil escurridizos reflejos,
la olvidada sílaba tirita.
Tanto tirita que se repite,
y tentemblando de frío, y triste,
discreta, por la Historia se escurre
entre los ánticos adoquines.
Un gato negro sucio y piojoso
que la lluvia asusta receloso
acecha el sonido que navega.
Gatito del siglo veintiuno
se traga la sílaba que llega
tartamuda y no lo ve ninguno
La Luna parmesana
La luna parmesana
con su delicadeza
no asoma la cabeza a
las seis de la mañana
Labio único de lana
barquita de pereza
sin madre que la meza
en su cuna liviana
Si un murciélago hambriento
raya el cielo dormido
con sus uñas de ruido
no gime en la hoja el viento
ni se queja en su nana
la luna parmesana
"Si yo canto..."
"Si yo canto tu cantas"
Buscaste en tu libreta
"Canta ésta, porfi, piano"
Y nos dieron las tantas
-como dijo el poeta-.
Con tu guitarra en mano
cruzamos la frontera...
Y abracé la madera
barnizada de Españas
por no abrazarte a ti.
Y salieron de allí
melodías extrañas
acordes de Provenza
con acentos de trenza
mora y andalusí
De Montmartre a Granada
Brassens y Carlos Cano
pintores ya en la nada
ternura deseada
con aire gaditano
Ya el mundo se desarma.
Y el tiempo que va lento
nos regala un momento
excelso "¡Ay, arsa, miarma!"
de Andaluces en Parma.
Buscaste en tu libreta
"Canta ésta, porfi, piano"
Y nos dieron las tantas
-como dijo el poeta-.
Con tu guitarra en mano
cruzamos la frontera...
Y abracé la madera
barnizada de Españas
por no abrazarte a ti.
Y salieron de allí
melodías extrañas
acordes de Provenza
con acentos de trenza
mora y andalusí
De Montmartre a Granada
Brassens y Carlos Cano
pintores ya en la nada
ternura deseada
con aire gaditano
Ya el mundo se desarma.
Y el tiempo que va lento
nos regala un momento
excelso "¡Ay, arsa, miarma!"
de Andaluces en Parma.
Dejo en Parma...
Dejo en Parma junto al río
(se lo lleva la corriente)
un trozo del sentir mío.
Barrio del Oltratorrente
andado y aquí en mi mente.
Me lo refresca el rocío
y tu recuerdo presente
me quita canas de frío.
Iglesias de piedra vieja
en que la historia refleja
siglos de fé y esperanzas...
Tu discreto taconeo
que repica en el paseo
acompasa mis andanzas
(se lo lleva la corriente)
un trozo del sentir mío.
Barrio del Oltratorrente
andado y aquí en mi mente.
Me lo refresca el rocío
y tu recuerdo presente
me quita canas de frío.
Iglesias de piedra vieja
en que la historia refleja
siglos de fé y esperanzas...
Tu discreto taconeo
que repica en el paseo
acompasa mis andanzas
Serranas
Te tengo prisionera
de entre mis sueños
De mi mente no sales
¿quién es el preso?
Noches en vilo
voy forjando cadenas
con mis suspiros
Carcelero que llora
por su custodia
quiere tirar las llaves
y no lo logra
Quiere escaparse
Mas de un amor sincero
no hay quien se escape
****
Rápido va esa aguja
de los minutos
cuando a tu vera cuento
luceros mudos
Pero qué largas
se me antojan las horas
que nos separan
Qué veloz pasa el tiempo
si estoy contigo
que un día junto a tu aliento
se hace cortito
y cuánto tardas
en dar las doce, aguja
de mi esperanza
****
La dueña de mis risas
le pido audiencia
mando una carta al día
no me contesta
Si fuera Reina
en vez de ser serrana
contestaría
Se me ha perdido el aire
lo voy buscando
a pleito que la llamen
yo la demando
Si Reina fuera
todo el aire robado
me devolviera
Esta serrana fiera
no habla conmigo
no quiere que la quiera
y es mi castigo.
Reina sería:
los versos que le digo
la amansarían
de entre mis sueños
De mi mente no sales
¿quién es el preso?
Noches en vilo
voy forjando cadenas
con mis suspiros
Carcelero que llora
por su custodia
quiere tirar las llaves
y no lo logra
Quiere escaparse
Mas de un amor sincero
no hay quien se escape
****
Rápido va esa aguja
de los minutos
cuando a tu vera cuento
luceros mudos
Pero qué largas
se me antojan las horas
que nos separan
Qué veloz pasa el tiempo
si estoy contigo
que un día junto a tu aliento
se hace cortito
y cuánto tardas
en dar las doce, aguja
de mi esperanza
****
La dueña de mis risas
le pido audiencia
mando una carta al día
no me contesta
Si fuera Reina
en vez de ser serrana
contestaría
Se me ha perdido el aire
lo voy buscando
a pleito que la llamen
yo la demando
Si Reina fuera
todo el aire robado
me devolviera
Esta serrana fiera
no habla conmigo
no quiere que la quiera
y es mi castigo.
Reina sería:
los versos que le digo
la amansarían
mercredi 23 novembre 2016
Chi vivrà verrà
Di, ¿con qué agua he de regar
-amiga del alma nueva-
esta cosa que no lleva
nombre y que no sé nombrar?
¿con agua antigua del mar?
¿con lluvia fresca? ¿y si nieva?
¿con el rocío que eleva
la hoja verde al azar?
¿con lágrimas de cariño?
¿o con sollozos de niño?
¿le daré el amor temido?
La regaré, amiga hermosa,
con lo que pida esta cosa
sin nombre y sin apellido
-amiga del alma nueva-
esta cosa que no lleva
nombre y que no sé nombrar?
¿con agua antigua del mar?
¿con lluvia fresca? ¿y si nieva?
¿con el rocío que eleva
la hoja verde al azar?
¿con lágrimas de cariño?
¿o con sollozos de niño?
¿le daré el amor temido?
La regaré, amiga hermosa,
con lo que pida esta cosa
sin nombre y sin apellido
A Ana Muñoz
mardi 22 novembre 2016
Temor nocturno
Yo en mi sueño te esperaba y
no llegabas, no llegabas
Pasaba el tiempo, pasaba y
tú, esperada, no llegabas.
Se cambió el Sol en pomelo y
el campo en casa dorada
con alfombras por el suelo y
no llegabas, mi esperada.
Pasaron blancos fantasmas
que me despertaron ¡ zás ! mas
no llegabas, no llegabas.
Desperté y vi que durante
todo el sueño, fiel amante,
la mano me sujetabas.
(A mi prima Ana)
no llegabas, no llegabas
Pasaba el tiempo, pasaba y
tú, esperada, no llegabas.
Se cambió el Sol en pomelo y
el campo en casa dorada
con alfombras por el suelo y
no llegabas, mi esperada.
Pasaron blancos fantasmas
que me despertaron ¡ zás ! mas
no llegabas, no llegabas.
Desperté y vi que durante
todo el sueño, fiel amante,
la mano me sujetabas.
(A mi prima Ana)
mercredi 9 novembre 2016
Savia
Llora si quieres en tu abandono, alma cansada,
llora y gime cobarde, pero dime primero
¿dónde encuentra fuerzas la rama de flor helada
para empujar la piedra, el asfalto gris de enero?
¿Acaso la yerba ansía más que tú la vida
o una promesa abstracta la entusiasma en su lucha?
¿Será sensible al eco de la savia vertida
de tiempos ya pasados que con respeto escucha?
No pudo con ella el frío invierno, ni la noche
ni la asfixiante sombra de una roca pesada
ni la bota del niño o la goma del coche
Vuelve a nacer erguida, vuelve a ser flor rosada
¿A qué esperas entonces, mi alma rendida al suelo,
para vencer mañana? ¡Eres yerba y flor y anhelo!
llora y gime cobarde, pero dime primero
¿dónde encuentra fuerzas la rama de flor helada
para empujar la piedra, el asfalto gris de enero?
¿Acaso la yerba ansía más que tú la vida
o una promesa abstracta la entusiasma en su lucha?
¿Será sensible al eco de la savia vertida
de tiempos ya pasados que con respeto escucha?
No pudo con ella el frío invierno, ni la noche
ni la asfixiante sombra de una roca pesada
ni la bota del niño o la goma del coche
Vuelve a nacer erguida, vuelve a ser flor rosada
¿A qué esperas entonces, mi alma rendida al suelo,
para vencer mañana? ¡Eres yerba y flor y anhelo!
mardi 8 novembre 2016
Pobreza
Un niño, un hombre, una mesa,
un plato roto, una fuente,
un cazo de sopa espesa,
un botellín de aguardiente.
En la fuente, media fruta
y un cacho pan de anteayer.
Y un cigarro ya en volutas
en los labios del beber.
El niño bebe su sopa
sazonada con pan duro
recitando su lección.
El hombre arregla su ropa
con remiendos de hilo oscuro
y ojalás de salvación
*****
Este niño chiquito
que bien trabaja
va montado en un libro
nunca se baja
Su padre es pobre
y afila su navaja
vendiendo cobre
un plato roto, una fuente,
un cazo de sopa espesa,
un botellín de aguardiente.
En la fuente, media fruta
y un cacho pan de anteayer.
Y un cigarro ya en volutas
en los labios del beber.
El niño bebe su sopa
sazonada con pan duro
recitando su lección.
El hombre arregla su ropa
con remiendos de hilo oscuro
y ojalás de salvación
*****
Este niño chiquito
que bien trabaja
va montado en un libro
nunca se baja
Su padre es pobre
y afila su navaja
vendiendo cobre
Cri
Tant tu me manques, ... tant,
qu'à dire ton nom souvent
j'exerce mon âme lourde
Et ton nom dit par mon âme
prend des allures de brâme
au coeur de la forêt sourde
M'entends-tu dans le fracas
quotidien des brouhahas
hurler ton nom sous les cieux?
Bâillonne-moi de tes lèvres
achève-moi dans ta fièvre
fais-moi taire dans tes yeux.
L'amour de toi, ton amour,
paix, liberté, joie, secours,
gonfle un courage affaibli.
Tu sais ton nom, tu le tais,
je le dis dans mes journées
il me berce dans mes nuits.
qu'à dire ton nom souvent
j'exerce mon âme lourde
Et ton nom dit par mon âme
prend des allures de brâme
au coeur de la forêt sourde
M'entends-tu dans le fracas
quotidien des brouhahas
hurler ton nom sous les cieux?
Bâillonne-moi de tes lèvres
achève-moi dans ta fièvre
fais-moi taire dans tes yeux.
L'amour de toi, ton amour,
paix, liberté, joie, secours,
gonfle un courage affaibli.
Tu sais ton nom, tu le tais,
je le dis dans mes journées
il me berce dans mes nuits.
Candil
A Candela Porke Sí
Ese candil que me guía
brilla a través de un cristal
No me calienta: ¡da igual!
Ya me calentará un día...
Luce tras una ventana
cerrada. Pero no importa
la distancia: larga o corta
¡ya se abrirá una mañana!
No sé si brilla por mí
o por otros ese faro
pero es mi sol y mi amparo
mi foco lejos de aquí
mi rumbo fijo y preciso
mi fanal de paraíso
lundi 7 novembre 2016
Nana del lobito perdido
Una noche de penumbra
sale del bosque un lobito
pelo negro orejas grandes
y afilados los colmillos
La pradera le entra entera
en sus ojos amarillos
es tan grande y es tan bella
que se ha asustado el lobillo
Quiere dar la media vuelta
pero el pobre se ha perdido
la noche oculta sus huellas
y no encuentra su camino
Quiere cruzar la pradera
pero en medio corre un río
quiere dar la media vuelta
pero el pobre se ha perdido
Nadando hasta la otra orilla
cruza el agua mi lobito
se sacude la melena
y se calienta el hocico
Las nubes desaparecen
y brillan mil luceritos
una noche de lunares
qué bonito, qué bonito
El lobo elige una estrella
y la sigue despacito
firmes como los soldados
las espigas de los trigos
El lobo escoge una estrella
y la sigue despacitio
la estrella no se da cuenta
y sigue con su camino
Y el lobito enamorado
no tiene miedo ni frío
su bosque se le ha olvidado
su bosque está en el olvido
Pero llega la mañana
y la estrella suelta un grito
cuando la aurora se traga
la estrellita sin un ruido
Y el lobo se encuentra solo
se encuentra solo el lobito
en medio de la pradera
verde yerba y verde trigo
A lo lejos ve su bosque
ve su bosque y ve sus pinos
corre corre corre corre
corre corre y cruza el rio
Y a su padre que lo besa
cuenta lo que ha sucedido
con su madre la lobita
el lobito se ha dormido.
sale del bosque un lobito
pelo negro orejas grandes
y afilados los colmillos
La pradera le entra entera
en sus ojos amarillos
es tan grande y es tan bella
que se ha asustado el lobillo
Quiere dar la media vuelta
pero el pobre se ha perdido
la noche oculta sus huellas
y no encuentra su camino
Quiere cruzar la pradera
pero en medio corre un río
quiere dar la media vuelta
pero el pobre se ha perdido
Nadando hasta la otra orilla
cruza el agua mi lobito
se sacude la melena
y se calienta el hocico
Las nubes desaparecen
y brillan mil luceritos
una noche de lunares
qué bonito, qué bonito
El lobo elige una estrella
y la sigue despacito
firmes como los soldados
las espigas de los trigos
El lobo escoge una estrella
y la sigue despacitio
la estrella no se da cuenta
y sigue con su camino
Y el lobito enamorado
no tiene miedo ni frío
su bosque se le ha olvidado
su bosque está en el olvido
Pero llega la mañana
y la estrella suelta un grito
cuando la aurora se traga
la estrellita sin un ruido
Y el lobo se encuentra solo
se encuentra solo el lobito
en medio de la pradera
verde yerba y verde trigo
A lo lejos ve su bosque
ve su bosque y ve sus pinos
corre corre corre corre
corre corre y cruza el rio
Y a su padre que lo besa
cuenta lo que ha sucedido
con su madre la lobita
el lobito se ha dormido.
Sevillanas
Esa gota que cayó
del cielo sobre tu cara
y tu mejilla mojó
lágrima de lluvia clara
no recuerda si fue nube
si fue mar o si fue llanto
será la oración de un santo
que hasta lo más santo sube
Esa gota que cayó
sobre tus deditos finos
baila como el algodón
sobre los tallos dormidos
no recuerda si fue nube
si fue mar o si fue llanto
será la oración de un santo
que hasta lo más santo sube
Esa gota que cayó
sobre tu pelo moreno
y en tus trenzas se perdió
como en la jaula el jilguero
no recuerda si fue nube
si fue mar o si fue llanto
será la oración de un santo
que hasta lo más santo sube
Y esa gota que cayó
de mis ojos a tu labio
brota de mi corazón
loco a tu corazón sabio
no recuerda si fue nube
si fue mar o si fue llanto
será la oración de un santo
que hasta lo más santo sube
del cielo sobre tu cara
y tu mejilla mojó
lágrima de lluvia clara
no recuerda si fue nube
si fue mar o si fue llanto
será la oración de un santo
que hasta lo más santo sube
Esa gota que cayó
sobre tus deditos finos
baila como el algodón
sobre los tallos dormidos
no recuerda si fue nube
si fue mar o si fue llanto
será la oración de un santo
que hasta lo más santo sube
Esa gota que cayó
sobre tu pelo moreno
y en tus trenzas se perdió
como en la jaula el jilguero
no recuerda si fue nube
si fue mar o si fue llanto
será la oración de un santo
que hasta lo más santo sube
Y esa gota que cayó
de mis ojos a tu labio
brota de mi corazón
loco a tu corazón sabio
no recuerda si fue nube
si fue mar o si fue llanto
será la oración de un santo
que hasta lo más santo sube
A Alba González, bombo, caja y alma
Burbujas
Nacemos. Bola de carne y de nada.
Y nos dan manta y cariño de nata.
Crecemos. Ojos y nervios de plata,
en una burbuja opaca y cerrada.
Vemos el mundo por un agujero
que padre y madre nos han regalado :
anteojeras, mirilla de cuidado:
parece trazado el camino entero.
Y amamos. Queremos fundir en luna
dos burbujas, la nuestra con la suya
y a besos pedimos que nos incluya.
Y un día alguien nos ama. Me amó a mí una:
abrió mi burbuja y ¡fuera, despojos!
pude al fin ver el mundo con mis ojos.
Y nos dan manta y cariño de nata.
Crecemos. Ojos y nervios de plata,
en una burbuja opaca y cerrada.
Vemos el mundo por un agujero
que padre y madre nos han regalado :
anteojeras, mirilla de cuidado:
parece trazado el camino entero.
Y amamos. Queremos fundir en luna
dos burbujas, la nuestra con la suya
y a besos pedimos que nos incluya.
Y un día alguien nos ama. Me amó a mí una:
abrió mi burbuja y ¡fuera, despojos!
pude al fin ver el mundo con mis ojos.
vendredi 4 novembre 2016
VIII
¿Has borrado, dime, de tu pizarra gris
mi nombre, mis poemas, mi memoria incluso?
¿ Queda algo en tu entorno que te recuerde a mí?
¿ O espera tu voz en vano mi oído iluso?
¿ queda algún eco escondido en algún rincón
de tu garganta amada, ahora tan callada?
¿ un eco que repita hasta mi corazón
que aún brilla encendida una vela rosada?
No será, no, no puede ser que las cenizas
como polvo de pizarra, restos de tizas,
hayan recubierto ya una lumbre tan alta.
Coge firme el borrador y borra mi falta
y escribe en la pizarra con bella escritura
que puedo mañana aprobar tu asignatura
mi nombre, mis poemas, mi memoria incluso?
¿ Queda algo en tu entorno que te recuerde a mí?
¿ O espera tu voz en vano mi oído iluso?
¿ queda algún eco escondido en algún rincón
de tu garganta amada, ahora tan callada?
¿ un eco que repita hasta mi corazón
que aún brilla encendida una vela rosada?
No será, no, no puede ser que las cenizas
como polvo de pizarra, restos de tizas,
hayan recubierto ya una lumbre tan alta.
Coge firme el borrador y borra mi falta
y escribe en la pizarra con bella escritura
que puedo mañana aprobar tu asignatura
jeudi 3 novembre 2016
VII
Si tú fueras patria, yo
viviría desterrado.
Si fueras laúd templado
no podría oir tu son.
Si fueses el mar salado
yo sería lagarto al sol
y no vería tu color
si fueses arco rosado
Porque tú eres, Majestad,
quien las órdenes me da,
y has decidido exiliarme.
Callo y obedezco, manque
me pese y tu amor me arranque
la coraza y me desarme.
viviría desterrado.
Si fueras laúd templado
no podría oir tu son.
Si fueses el mar salado
yo sería lagarto al sol
y no vería tu color
si fueses arco rosado
Porque tú eres, Majestad,
quien las órdenes me da,
y has decidido exiliarme.
Callo y obedezco, manque
me pese y tu amor me arranque
la coraza y me desarme.
mercredi 2 novembre 2016
VI
Se me secan las palabras
y los versos se me secan
no encuentro voz. Se lamentan
en mis noches los fantasmas.
Fantasmas que me arrebatan
sueño y paz y me rellenan
de reproches, de conciencias
verdugos de la esperanza
No me asustan aunque hablen
los fantasmas de mis muertos:
se esfuman a la mañana.
Pero suele despertarme
el más cruel de los espectros:
mi amor mudo en tu mirada.
y los versos se me secan
no encuentro voz. Se lamentan
en mis noches los fantasmas.
Fantasmas que me arrebatan
sueño y paz y me rellenan
de reproches, de conciencias
verdugos de la esperanza
No me asustan aunque hablen
los fantasmas de mis muertos:
se esfuman a la mañana.
Pero suele despertarme
el más cruel de los espectros:
mi amor mudo en tu mirada.
vendredi 28 octobre 2016
V
Siento ¿cómo no voy a sentirlo?
que ya no me quieras ni me esperes
y que no me devuelvas los besos
que te mandaba entre los laureles.
Y siento en mis almas doloridas
-que ya ni bendices ni acompañas-
la soledad de un niño que grita
por las aceras en tierra extraña.
Y me duele, sí, porque te callas,
que mis versos que antes apreciabas
mueran huérfanos en la cuneta.
Mas por encima de todo, vida,
sufre mi corazón una herida :
no decirle a tu niña "mi nena".
que ya no me quieras ni me esperes
y que no me devuelvas los besos
que te mandaba entre los laureles.
Y siento en mis almas doloridas
-que ya ni bendices ni acompañas-
la soledad de un niño que grita
por las aceras en tierra extraña.
Y me duele, sí, porque te callas,
que mis versos que antes apreciabas
mueran huérfanos en la cuneta.
Mas por encima de todo, vida,
sufre mi corazón una herida :
no decirle a tu niña "mi nena".
mercredi 26 octobre 2016
IV
Un tesoro que no tuve
ya lo he perdido dos veces
la primera por cobarde
la segunda por valiente
Como el buzo que respira
entre dos olas potentes
antes de bajar al fondo
espero días y meses.
Puede que vuelva la suerte
y la ocasión se presente
de nuevo - y que me perdones-
Puede que aguarde el tesoro
¡Cuánto ha de brillar ese oro
pulido por mis errores!
ya lo he perdido dos veces
la primera por cobarde
la segunda por valiente
Como el buzo que respira
entre dos olas potentes
antes de bajar al fondo
espero días y meses.
Puede que vuelva la suerte
y la ocasión se presente
de nuevo - y que me perdones-
Puede que aguarde el tesoro
¡Cuánto ha de brillar ese oro
pulido por mis errores!
mardi 25 octobre 2016
III
Rezo y lanzo una mirada al cielo
no busco un dios, busco una gaviota
valiente blanca y con alas cortas
de vuelo seguro y rumbo serio
Un ave amiga de buche recio
que sepa enfrentarse a la derrota
y no tema al viento que desnorta
ni le asuste el árido desierto
Pájaro entre guerrero y poeta
con pluma clavada en mi libreta
y con voz de madre tierna y sana
Una fiel y dulce mensajera
que le lleve con alma ligera
nanas a mi nena tan lejana
no busco un dios, busco una gaviota
valiente blanca y con alas cortas
de vuelo seguro y rumbo serio
Un ave amiga de buche recio
que sepa enfrentarse a la derrota
y no tema al viento que desnorta
ni le asuste el árido desierto
Pájaro entre guerrero y poeta
con pluma clavada en mi libreta
y con voz de madre tierna y sana
Una fiel y dulce mensajera
que le lleve con alma ligera
nanas a mi nena tan lejana
II
Tiempo gris y sin sentido...
Me ha dejado tu abandono
campanadas en el alma
y domingos en los ojos
El cielo y yo en un concurso
en el que el más triste gana
Voy ganando pulso a pulso
con un nudo en la garganta
Las manos ni tiemblan ni hieren
y me pesan las rodillas
como nubes de alfileres
siento que mis pies helados
mandan cristales de hielo
a mi corazón vaciado
Me ha dejado tu abandono
campanadas en el alma
y domingos en los ojos
El cielo y yo en un concurso
en el que el más triste gana
Voy ganando pulso a pulso
con un nudo en la garganta
Las manos ni tiemblan ni hieren
y me pesan las rodillas
como nubes de alfileres
siento que mis pies helados
mandan cristales de hielo
a mi corazón vaciado
lundi 24 octobre 2016
I
Lejos vas creciendo y en silencio
lejos y en secreto vas creciendo
Me cerraron las ventanas y callaron los ecos
que me iban informando de tu aliento
Me cantaban tus risas
me contaban tus dientes
me decían tus fiebres
insomnios y malicias
Hoy se ha secado ese viento
de remolinos ligeros
con acento de mi tierra
que me daba a cada tiempo
noticias tuyas. Y siento
que mi pulmón se me cierra.
lejos y en secreto vas creciendo
Me cerraron las ventanas y callaron los ecos
que me iban informando de tu aliento
Me cantaban tus risas
me contaban tus dientes
me decían tus fiebres
insomnios y malicias
Hoy se ha secado ese viento
de remolinos ligeros
con acento de mi tierra
que me daba a cada tiempo
noticias tuyas. Y siento
que mi pulmón se me cierra.
Ecos
Calla el corazón,
no porque quiera
sino porque no hay
corazón que lo escuche
Quiere seguir creyendo
que no acabó el sueño,
el tosco e infantil eco
de un inocente deseo
Aunque suene hueco
no está seco, no está seco
que baña en un mar templado
baño de añejo licor
notas tristes sin rencor
de un latir enamorado
dimanche 20 mars 2016
Carta a Mencía desde la Primavera
¿Oyes, mi nena, qué alegre canta
el aire fresco de marzo verde?
La primavera, cuando se avanza,
se asoma al borde de los laureles.
Mira, hija mía, el vuelo altivo
de golondrinas y mirlos nuevos,
la primavera, llena de trinos
se asoma al filo de los jilgueros
¿Hueles el viento que trae del sur
dulces perfumes, nena, de flores?
Ondas de azúcar, ronda de olores.
Y ahora, mi niña, ¿qué sientes tú?
Tu piel, tu risa, tu sangre entera,
¿cómo te altera la primavera?
el aire fresco de marzo verde?
La primavera, cuando se avanza,
se asoma al borde de los laureles.
Mira, hija mía, el vuelo altivo
de golondrinas y mirlos nuevos,
la primavera, llena de trinos
se asoma al filo de los jilgueros
¿Hueles el viento que trae del sur
dulces perfumes, nena, de flores?
Ondas de azúcar, ronda de olores.
Y ahora, mi niña, ¿qué sientes tú?
Tu piel, tu risa, tu sangre entera,
¿cómo te altera la primavera?
samedi 12 mars 2016
Bisiesto
Tiene entre sus manos una carta escrita
con papel de nube y tinta de laurel
Se la mandó el viento cuando ella, dormida,
soñaba en sus sueños que estaba con él.
Recibió la carta una noche sin luna
cuando a su ventana la quiso traer
El sello de estrellas costó una fortuna
y el sobre de olores lo pagó un Dibel
Y decía la carta escrita por el viento
con letra de sueño, sueño de mujer:
"Te camelo, siénteme como te siento
y deja mi aliento volar a tus pies"
Y él de un beso bebe la carta de nube,
dice "Te camelo" y a su sueño sube.
Fin de curso
Ruido voces voces risas
Llega una madre muy tarde
Besos "¡hola, aquí hay asiento!"
las luces bajan muy lento
El telón se abre sin prisas.
Llega una madre muy tarde
se empuja una fila y protesta
La gente aplaude una puesta
en escena con alarde.
Entra en silencio una reina
de seis años y un disfraz
Y en otro disfraz se peina
una princesa incapaz
de hablar si no es de perfil.
¡Viva el teatro infantil!
lundi 7 mars 2016
Agua
¿Tu último sueño?
¿Agua del mar
Ser agua
¿Agua del mar
salada y jonda
que arrasa y joconda
sostiene al navío?
No, no mar bravío
¿Agua del río
que fluye y corre
mutante y fresca?
No, no agua de pesca
¿Agua de lluvia
celeste y nueva?
No, no agua que llueva
¿Agua del pozo
profundo y negro,
licor de tierra,
zumo de fuego?
No, no agua que se beba
¿Agua en gotitas
que van del ojo
por la carita?
No, lágrimas tampoco
...
Escucha
soñé con ser
sobre tu piel
agua de ducha.
A Herse, jartible
Cuarentena
Se fue el sol llegó la lluvia
Que sea la nube triste
se hizo gris lo que era azul
dejamos nuestra escritura
yo la pena; razón, tú.
Que sea la nube triste
sin ser cierto, sí es posible
misterio opaco que cede
o al verano o a la nieve
La esperanza que nos guía
va templando el agua fría
y hace versos con las gotas
Cuando acabe el chaparrón
te cantaré mi canción
de alma alegre y grises notas
Brújula
Ni Dios me para en este viaje
Yo marinero y tú mi barquilla,
ni Dios me para, eres mi equipaje,
mi norte y sur, mi viento y mi quilla
mi brújula fiel, mi loco arcángel,
yo el embrujado y tú maravilla.
Gorrioncito
Hubo ese momento hermoso
de silencio tibio y tierno
cuando el corro de los críos
en un redondel de nido
se fijó como el invierno
en el patio gris y frío
Hubo ese minuto eterno
con veinte ojos embobados
descubriendo que lo vivo
no lo es tan definitivo
al ver un pájaro que ayer no
yacía en el suelo helado
Gorrioncito bautizado
post mortem después de muerto
para de un común acuerdo
ser dignamente enterrado
"Ponlo al pie del abedul"
dijo Rosa con diez años
"¡Cuidado, que le hacéis daño!"
y Ana dio una caja azul.
Rodrigo le hizo una cruz
con un lápiz y una cera
Y Carmen colgó a su vera
espejitos "que den luz"
Y alegre más que con calma
levantó el dedo Sofía:
¡en el árbol se mecía
no el gorrión sino su alma!
Se reían los adultos...
¿Quiénes coño se han creído?
¡Viva nuestro pajarito
y la libertad de cultos!
de silencio tibio y tierno
cuando el corro de los críos
en un redondel de nido
se fijó como el invierno
en el patio gris y frío
Hubo ese minuto eterno
con veinte ojos embobados
descubriendo que lo vivo
no lo es tan definitivo
al ver un pájaro que ayer no
yacía en el suelo helado
Gorrioncito bautizado
post mortem después de muerto
para de un común acuerdo
ser dignamente enterrado
"Ponlo al pie del abedul"
dijo Rosa con diez años
"¡Cuidado, que le hacéis daño!"
y Ana dio una caja azul.
Rodrigo le hizo una cruz
con un lápiz y una cera
Y Carmen colgó a su vera
espejitos "que den luz"
Y alegre más que con calma
levantó el dedo Sofía:
¡en el árbol se mecía
no el gorrión sino su alma!
Se reían los adultos...
¿Quiénes coño se han creído?
¡Viva nuestro pajarito
y la libertad de cultos!
Pascua
Salieron del exilio
con Faraón llorando
por la muerte de su hijo
con Egipto sangrando
Salieron centenares
por la arena caminando
mirando atrás algunos
por lo que iban dejando
Salieron altos, fieros
con mujer y rebaños
con tradiciones nuevas
y con Moisés al mando
Salieron y tardaron
perdiendo en el desierto
más de cuarenta años
generación perdida
Ellos diez mil, yo aislado,
Y tardo el mismo tiempo
en llegarte, mi vida,
mi tierra, mar y cielo,
mi risa prometida.
con Faraón llorando
por la muerte de su hijo
con Egipto sangrando
Salieron centenares
por la arena caminando
mirando atrás algunos
por lo que iban dejando
Salieron altos, fieros
con mujer y rebaños
con tradiciones nuevas
y con Moisés al mando
Salieron y tardaron
perdiendo en el desierto
más de cuarenta años
generación perdida
Ellos diez mil, yo aislado,
Y tardo el mismo tiempo
en llegarte, mi vida,
mi tierra, mar y cielo,
mi risa prometida.
Éxodo
Y así hora tras hora, día tras día tras día, paso a paso hasta reventar, pero no reventando, porque el horizonte a cada paso se alejaba de su punto de partida, caminaba haciendo huellas, huellas y camino andando, caminaba y avanzaba.
No cabizbajo sino humilde, bastón en mano y verso en boca, pie ligero y con pie firme. La barba blanca es lo de menos, la edad no cuenta, cuenta el alma y su alma seguía siendo verde como la rama del romero, blanca como escarcha virgen, verde como savia de un olivo joven. En la mirada una imagen, resto de una fotografía, y en el corazón un nombre.
Año y año y año y siempre adelante, sin ver el tiempo que cruza los huesos, sin sentir los huesos cruzando el tiempo, con los ojos y los sentidos todos puestos en un afán,
tierra prometida o tierra perdida, tierna promesa de un retorno ardiente. En los labios un canto, ritmo y melodía arcaica, compás complejo binario. Verso y rima y arte. Tragedia heredada.
Desde la Jerusalén ruinosa hasta los confines de una diáspora abstracta.
Suena lloroso un violín, una pandereta suena, un clarinete llama. Y un arcángel sobre las canas danza.
Soy como ese viejo judío errante que lleva su medalla al cuello. Mi Edén queda casi olvidado, mi Paraíso espera bajo una cruz cristiana y un baluarte musulmán.
Atrás muy atrás como colgado del tiempo, repica igual el recuerdo de un jardin escondido que una campanita en forma de delfín griego. Repica el souvenir y pica el llanto de siglos inundados en el rastro cósmico y real, en el cálculo de años luz que separan dos hitos de carne y sangre, el primero parturiente de inicios de un invierno, y este último inverso y freudiano, en que un ser completo pretende volver entero al interior de un seno esta vez elegido.
Medio siglo en tierra, el hombre lo celebra. Siete ciclos, siete, de siete revoluciones, ha vivido el cuerpo dócil que un nuevo ciclo empieza (hice anoche un cálculo: he recorrido entre esos dos hitos más de 150 mil millones de kilómetros en el espacio. Los que más me han dolido fueron los dos mil que me separaron de mi pueblo) empieza un ciclo nuevo. Quiero bajarme de esta tierra y seguir a una velocidad de humano.
Soy como ese viejo judío errante que cada país expulsa, y avanza sin rumbo en tierra porque sabe que su reino está en manos de algo más grande y más opaco y más inútil y más bello quizás, que las renuncias y los odios y los podios y las ganancias mezquinas.
No soy yo parte del mundo, soy el mundo y no aparte. Comparto una llama viva que quiere brillar entera y busca el cirio y la cera, busca el kyrie y el santo, la oración bruta y el canto. Busca la mano amiga y el vientre que quiera acogerla y que la multiplique en sonrisas y carnes nuevas. Llama que llaman diosa o amor o ADN o fuerza. Yo la llamo por tu nombre en secreto como un tetragrama en perpetuo movimiento.
No cabizbajo sino humilde, bastón en mano y verso en boca, pie ligero y con pie firme. La barba blanca es lo de menos, la edad no cuenta, cuenta el alma y su alma seguía siendo verde como la rama del romero, blanca como escarcha virgen, verde como savia de un olivo joven. En la mirada una imagen, resto de una fotografía, y en el corazón un nombre.
Año y año y año y siempre adelante, sin ver el tiempo que cruza los huesos, sin sentir los huesos cruzando el tiempo, con los ojos y los sentidos todos puestos en un afán,
tierra prometida o tierra perdida, tierna promesa de un retorno ardiente. En los labios un canto, ritmo y melodía arcaica, compás complejo binario. Verso y rima y arte. Tragedia heredada.
Desde la Jerusalén ruinosa hasta los confines de una diáspora abstracta.
Suena lloroso un violín, una pandereta suena, un clarinete llama. Y un arcángel sobre las canas danza.
Soy como ese viejo judío errante que lleva su medalla al cuello. Mi Edén queda casi olvidado, mi Paraíso espera bajo una cruz cristiana y un baluarte musulmán.
Atrás muy atrás como colgado del tiempo, repica igual el recuerdo de un jardin escondido que una campanita en forma de delfín griego. Repica el souvenir y pica el llanto de siglos inundados en el rastro cósmico y real, en el cálculo de años luz que separan dos hitos de carne y sangre, el primero parturiente de inicios de un invierno, y este último inverso y freudiano, en que un ser completo pretende volver entero al interior de un seno esta vez elegido.
Medio siglo en tierra, el hombre lo celebra. Siete ciclos, siete, de siete revoluciones, ha vivido el cuerpo dócil que un nuevo ciclo empieza (hice anoche un cálculo: he recorrido entre esos dos hitos más de 150 mil millones de kilómetros en el espacio. Los que más me han dolido fueron los dos mil que me separaron de mi pueblo) empieza un ciclo nuevo. Quiero bajarme de esta tierra y seguir a una velocidad de humano.
Soy como ese viejo judío errante que cada país expulsa, y avanza sin rumbo en tierra porque sabe que su reino está en manos de algo más grande y más opaco y más inútil y más bello quizás, que las renuncias y los odios y los podios y las ganancias mezquinas.
No soy yo parte del mundo, soy el mundo y no aparte. Comparto una llama viva que quiere brillar entera y busca el cirio y la cera, busca el kyrie y el santo, la oración bruta y el canto. Busca la mano amiga y el vientre que quiera acogerla y que la multiplique en sonrisas y carnes nuevas. Llama que llaman diosa o amor o ADN o fuerza. Yo la llamo por tu nombre en secreto como un tetragrama en perpetuo movimiento.
Brun de Chanel
Ay Salomé Salomé
¿con qué te lavas el pelo,
que huele a rón y a café
con gotas de caramelo?
Ay mírame, déjame
que me ahogue en tu melena
a la orilla de tu frente nadaré
y al faro de tus ojos me salvaré
yo indiano y tú nazarena
Salomé
Dibuja en sus ojos
balsas egipcias
y soles rojos
en sus labios pinta
Ay Salomé Salomé
reina de la Judería
cuando un gitano te ve
pasear con tu alegría
Ay! se le va, Salomé,
por la santa Magdalena
un quejío por la pena que un dibé
le ha clavado en medio del pecho calé
él gitano y tú morena
Salomé
Dibuja en sus ojos
danzas egipcias
y desiertos rojos
en la mejilla
Ay mátame Salomé
como hiciste con San Juan
voy sin cabeza y sin fé
por las cuestas de Yayyan
Ay mátame o quiéreme
tus ojos son mi condena
mi turbante de rey moro tiraré
mi capa será alfrombra para tu pie
yo loquito y tú serena
Salomé
Dibuja en sus ojos
balsas de vida
y en sus labios rojos
mi vida pinta
¿con qué te lavas el pelo,
que huele a rón y a café
con gotas de caramelo?
Ay mírame, déjame
que me ahogue en tu melena
a la orilla de tu frente nadaré
y al faro de tus ojos me salvaré
yo indiano y tú nazarena
Salomé
Dibuja en sus ojos
balsas egipcias
y soles rojos
en sus labios pinta
Ay Salomé Salomé
reina de la Judería
cuando un gitano te ve
pasear con tu alegría
Ay! se le va, Salomé,
por la santa Magdalena
un quejío por la pena que un dibé
le ha clavado en medio del pecho calé
él gitano y tú morena
Salomé
Dibuja en sus ojos
danzas egipcias
y desiertos rojos
en la mejilla
Ay mátame Salomé
como hiciste con San Juan
voy sin cabeza y sin fé
por las cuestas de Yayyan
Ay mátame o quiéreme
tus ojos son mi condena
mi turbante de rey moro tiraré
mi capa será alfrombra para tu pie
yo loquito y tú serena
Salomé
Dibuja en sus ojos
balsas de vida
y en sus labios rojos
mi vida pinta
Con "C" de Catalina o de Cecilia
Pasa delante de su ventana cuando riega sus macetas. Dice "vente conmigo al río" y le dice "¿contigo? Y dice: "conmigo, que me vuelves loca y soy feliz contigo" Y le dice: "y qué haremos, las dos, sentadas al borde del agua?" Y dice :
"Te enseñaré a saber mirando
la corriente por encima
si está profundo el fondo
o si hay piedras y arena
Te enseñaré dónde nadan
entre dos aguas las truchas
cerca del borde verde
bajo las ramas oscuras
Te haré ver cuánto refrescan
las gotas que te salpican
al paso de un pato alegre
Y si el sol es duro y quema
tu piel de seda tan fina
nos bañaremos silvestres"
Y le dice:
"Vámonos al agua
vamos al río
vamos a la playa
quiero irme contigo
a mojarme el cuerpo
y sentir el frío
y que el sol me seque
y tú al lado mío"
"Te enseñaré a saber mirando
la corriente por encima
si está profundo el fondo
o si hay piedras y arena
Te enseñaré dónde nadan
entre dos aguas las truchas
cerca del borde verde
bajo las ramas oscuras
Te haré ver cuánto refrescan
las gotas que te salpican
al paso de un pato alegre
Y si el sol es duro y quema
tu piel de seda tan fina
nos bañaremos silvestres"
Y le dice:
"Vámonos al agua
vamos al río
vamos a la playa
quiero irme contigo
a mojarme el cuerpo
y sentir el frío
y que el sol me seque
y tú al lado mío"
vendredi 4 mars 2016
El olvido efímero
Nadie había visto abierta la puerta de la casa desierta que había al fondo de la huerta. La llamaban "de la Muerta". Las ventanas cerradas a cal y canto, las paredes y tapias tapiadas por redes de yedra y rosales silvestres que urdían no un encaje de bolillos sino un encaje con bolillas de muérdago. Un manto de verde natura cubría el tejado y la estructura de esa casa desierta que había al fondo de la huerta. La llamaban "de la Muerta" y nadie había visto abierta la puerta.
Hacía sol. Había luz, había vida en las ramas florecidas de los manzanos. Vapor pegoso y gris subía del río. Tocaba el estío a su fin, era el fin, sí, del verano, y el aire fresco y temprano respiraba vida y luz.
Caminaba la nena, un bocata en la mochila, un pañuelo en la melena, y en la mano un ramo verde de manzanilla y yerbabuena. La cantimplora en la espalda le daba campanadas. Zapatillas de deporte, vaquero color azul, camisa de cuadros rojos, se le llenaba la mirada de trigos y de cebada, de frutos y flores, de campos, hierba y arena, de tierra seca y olores que perfumaban la senda, donde anticipando los calores iba caminando la nena.
Se paró un momento, cogió un palo, y mirando al suelo y definitiva trazó una equis. "Hoy", murmuró. Y a la izquierda de la primera trazó una segunda equis, y dijo : "Ayer". Y otra a la izquierda aún. Y fue trazando equis, tantas cuantos días llevaba de viaje. Decidida y concentrada. Llevaba treinta trazadas y dibujó un cuadrado y sobre el cuadrado un triángulo : "Mi casa", murmuró. Levantó la mirada al horizonte y así en pie, con una mano sobre el palo, parecía un pastor íbero, o un príncipe romano. Su pecho de hembra magnífica la dibujaba en presente, pero su mente ausente, su mente... Su mente se paró un momento.
"¿Dónde vas, niña del alma
dónde vas, sola y sin miedo?
Vuelve, que te espero en casa,
vuelve, que en casa te espero"
Regresó al presente la mente ausente y rechazó una lágrima. Miró al suelo, vio la casa y con el pie borró el dibujo, borró el cuadrado y el triángulo, borró las treinta equis. Se levantó un poco de polvo, un poco de tierra; sacó la cantimplora, bebió un trago, humedeció su garganta y su boca entera, pasó su lengua sobre sus labios rojos, se convenció de que era ella, se quitó el pañuelo, se limpió los ojos, y con la melena ya suelta y ella toda resuelta, se echó a andar.
El agua en la cantimplora cantaba más fuerte que las nostálgicas coplas que hacían eco en su frente. Estuvo andando y anduvo estando, parándose a ratos y a ratos saltando. Ignorante de órbitas y carreras estelares, percibió una sombra más corta, sombra que en suelo le escribía que iba llegando el mediodía. No fue pereza, fue disciplina : la nena decidió pararse y sacar de la mochila el bocata, la cantimplora, una libreta y una pluma de tinta china. Buscó sombra y se sentó. Se apoyó sin darse cuenta, en una puerta cerrada y cubierta por un manto de verde natura.
Relajó su musculatura, y de aperitivo masticó una hoja de yerbabuena. Rajó el cielo un vuelo extraño de cigüeñas : a destiempo parecían dirigirse al Sur. Cerró los ojos como para irse con ellas, y con la menta en boca y la mente ausente, volvió a escuchar el canto insistente :
"¿Dónde vas, niña del alma
dónde vas, sola y sin miedo?
Vuelve, que te espero en casa,
vuelve, que en casa te espero"
****
Un cuaderno, una mochila, una pluma con tinta china, una cantimplora medio vacía y ... poco más : eso había delante de la puerta que no se veía y que nadie había visto abierta. Pasó el día y la noche y al día siguiente otro día y otro día y otra noche... Y el otoño cambió el verde en ocres y rojizas rojas hojas cayeron al suelo y con el invierno más tarde de nuevo se vio la estructura, el tejado de esa casa oscura al fondo de la huerta. Tenía un nombre esa huerta y esa casa, tenía un nombre también la nena, ésa del pañuelo en la melena y de un sueño en la mirada.
(a mi compañera Raquel Aranda Zafra, amiga de secretos)
Hacía sol. Había luz, había vida en las ramas florecidas de los manzanos. Vapor pegoso y gris subía del río. Tocaba el estío a su fin, era el fin, sí, del verano, y el aire fresco y temprano respiraba vida y luz.
Caminaba la nena, un bocata en la mochila, un pañuelo en la melena, y en la mano un ramo verde de manzanilla y yerbabuena. La cantimplora en la espalda le daba campanadas. Zapatillas de deporte, vaquero color azul, camisa de cuadros rojos, se le llenaba la mirada de trigos y de cebada, de frutos y flores, de campos, hierba y arena, de tierra seca y olores que perfumaban la senda, donde anticipando los calores iba caminando la nena.
Se paró un momento, cogió un palo, y mirando al suelo y definitiva trazó una equis. "Hoy", murmuró. Y a la izquierda de la primera trazó una segunda equis, y dijo : "Ayer". Y otra a la izquierda aún. Y fue trazando equis, tantas cuantos días llevaba de viaje. Decidida y concentrada. Llevaba treinta trazadas y dibujó un cuadrado y sobre el cuadrado un triángulo : "Mi casa", murmuró. Levantó la mirada al horizonte y así en pie, con una mano sobre el palo, parecía un pastor íbero, o un príncipe romano. Su pecho de hembra magnífica la dibujaba en presente, pero su mente ausente, su mente... Su mente se paró un momento.
"¿Dónde vas, niña del alma
dónde vas, sola y sin miedo?
Vuelve, que te espero en casa,
vuelve, que en casa te espero"
Regresó al presente la mente ausente y rechazó una lágrima. Miró al suelo, vio la casa y con el pie borró el dibujo, borró el cuadrado y el triángulo, borró las treinta equis. Se levantó un poco de polvo, un poco de tierra; sacó la cantimplora, bebió un trago, humedeció su garganta y su boca entera, pasó su lengua sobre sus labios rojos, se convenció de que era ella, se quitó el pañuelo, se limpió los ojos, y con la melena ya suelta y ella toda resuelta, se echó a andar.
El agua en la cantimplora cantaba más fuerte que las nostálgicas coplas que hacían eco en su frente. Estuvo andando y anduvo estando, parándose a ratos y a ratos saltando. Ignorante de órbitas y carreras estelares, percibió una sombra más corta, sombra que en suelo le escribía que iba llegando el mediodía. No fue pereza, fue disciplina : la nena decidió pararse y sacar de la mochila el bocata, la cantimplora, una libreta y una pluma de tinta china. Buscó sombra y se sentó. Se apoyó sin darse cuenta, en una puerta cerrada y cubierta por un manto de verde natura.
Relajó su musculatura, y de aperitivo masticó una hoja de yerbabuena. Rajó el cielo un vuelo extraño de cigüeñas : a destiempo parecían dirigirse al Sur. Cerró los ojos como para irse con ellas, y con la menta en boca y la mente ausente, volvió a escuchar el canto insistente :
"¿Dónde vas, niña del alma
dónde vas, sola y sin miedo?
Vuelve, que te espero en casa,
vuelve, que en casa te espero"
****
Un cuaderno, una mochila, una pluma con tinta china, una cantimplora medio vacía y ... poco más : eso había delante de la puerta que no se veía y que nadie había visto abierta. Pasó el día y la noche y al día siguiente otro día y otro día y otra noche... Y el otoño cambió el verde en ocres y rojizas rojas hojas cayeron al suelo y con el invierno más tarde de nuevo se vio la estructura, el tejado de esa casa oscura al fondo de la huerta. Tenía un nombre esa huerta y esa casa, tenía un nombre también la nena, ésa del pañuelo en la melena y de un sueño en la mirada.
(a mi compañera Raquel Aranda Zafra, amiga de secretos)
Él un dandy y yo un novato.
Me sorprendió el ladrido de un pastor alemán que custodiaba -eso dicen- la reja de los vecinos. Como un autómata recién activado miré por la ventana del saloncito que yo mismo había transformado en despacho.
Luz bella y sombras grises a lo lejos, y aquí cerca un patio hasta hace poco abandonado. Árboles jóvenes envidiaban la altura de una palmera que anunciaba al viajero mi nuevo hogar. Siguió ladrando el can y la palmera creciendo un rato. No sé en qué pensé pero acabó mi pensamiento en un silencio. Me di la vuelta y miré el cuarto desde la ventana. Había despegado los papeles pintados y dejado a la vista el yeso bruto que un amigo se empeñó en teñir de ocre... no sé si me acaba por gustar o si me voy acostumbrando. Los dos armarios de formica retornaron a la inexistencia de donde no debieran haber surgido jamás, y ahora dos amplias bibliotecas de olivo y pino corrían por las paredes y se hacían frente. Y frente a la ventana allá lejos frente a mí a una distancia infinita de cinco pasos, la puerta. Alfombras sobre alfombras por el suelo daban un toque oriental y nómada a lo que desde hace poco llamo "mi despacho". Y un despacho efectivamente ejerce su oficio de escritorio a la luz de la ventana. Una butaca única, huérfana y desparejada, esperaba algún cuerpo que se sentase a discutir relajado conmigo, en caso de que yo estuviera sentado escribiendo. Casi sillón, más que silla, pero sin relleno ni cojín, con finos brazos de olivo tallado, un asiento me tendía su estabilidad en un convite lógico. Respondí en ese instante de manera positiva y me fui a sentar.
Luz bella y sombras grises a lo lejos, y aquí cerca un patio hasta hace poco abandonado. Árboles jóvenes envidiaban la altura de una palmera que anunciaba al viajero mi nuevo hogar. Siguió ladrando el can y la palmera creciendo un rato. No sé en qué pensé pero acabó mi pensamiento en un silencio. Me di la vuelta y miré el cuarto desde la ventana. Había despegado los papeles pintados y dejado a la vista el yeso bruto que un amigo se empeñó en teñir de ocre... no sé si me acaba por gustar o si me voy acostumbrando. Los dos armarios de formica retornaron a la inexistencia de donde no debieran haber surgido jamás, y ahora dos amplias bibliotecas de olivo y pino corrían por las paredes y se hacían frente. Y frente a la ventana allá lejos frente a mí a una distancia infinita de cinco pasos, la puerta. Alfombras sobre alfombras por el suelo daban un toque oriental y nómada a lo que desde hace poco llamo "mi despacho". Y un despacho efectivamente ejerce su oficio de escritorio a la luz de la ventana. Una butaca única, huérfana y desparejada, esperaba algún cuerpo que se sentase a discutir relajado conmigo, en caso de que yo estuviera sentado escribiendo. Casi sillón, más que silla, pero sin relleno ni cojín, con finos brazos de olivo tallado, un asiento me tendía su estabilidad en un convite lógico. Respondí en ese instante de manera positiva y me fui a sentar.
Delante de mí había dispuesto unos cuadernos vírgenes, y varios tipos de lápices y bolígrafos. Me extrañó la ausencia de teléfono y de ordenador, y me agradó la luz sin piedad que me llegaba de la izquierda, mientras miraba la butaca enfrente.
Entró en ese momento sin su niña la que compartía mis días, mis noches y mis sueños. "Te gusta así?" y me dió un beso en el pelo, con su mano sobre mi hombro. No contesté, por no romper ese instante. "Mira, de esta botella sólo bebía él. A nosotras no nos gusta el brandy". La dejó sobre el despacho. La nena llamó a su madre desde otro lugar de la casa, y la madre salió deslizando lasciva sus pies sin ruido por las alfombras. Ella me daba con su amor su casa, con su casa una vida, y con su vida una memoria. Ella quería que me sintiera a gusto entre estas paredes que no he cementado yo, y en las que ahora apoyo mis libros como si me vistiera con un traje prestado.
Cerró la puerta tras de sí, con la dulce delicadeza de una musa que se sabe mirada y que deja en el aire turbulentas ondas de inspiración y onírica libertad para el artista. Eso hacía ella cerrando la puerta, confirmarme artista, autorizarme a que el tiempo sea cosas de otros y las formas y las realidades tomaran caminos relativos y mutantes. Igual hace quien echa mano del vino...
Hace poco me autodefinía poeta, y ella con benevolencia me creyó, por lo que no me hacía falta beber de la botella para embriagarme y recalificar la tosca realidad en historias y belleza. Pero una impulsión extraña le mandó a mi mano la posibilidad de abrirla y al menos llevarla abierta a mi nariz.
"Nazarenos de Nazareth,
no de los que entre romanos pasean,
nazarenos palestinos,
sortean un camello
en un cruce de caminos.
Uno lleva al norte y otro
al este y al mar muerto
y el camino más abierto
lleva a la sagrada Sión
hasta el pie del muro del
templo de Salomón."
¿ Sería tan fuerte el brandy que sólo con olerlo me llagaba esa voz desde recónditos pliegues de la inconsciencia? Percibí un destello en la butaca y siguió la voz:
"Colores de cepa bruta
en el fondo de la copa
Temores de tierra santa
los ocres que se le escapan
Y alcohol de exceso bíblico
del que condenó a Noé"
No era un destello. Cruzando las piernas y el cuerpo efectivamente relajado, un caballero sentado en la butaca admiraba la luz recia de la siesta a través de una copa en la que giraban tres centílitros de licor color de ámbar. Parecía que le hablara a la bebida misma.
"El sol jordano ha bañado
las uvas viejas y remotas
sublimadas en esencia
de regusto y Babilonias".
Me miró a los ojos con una sonrisa satisfecha, en absoluto altiva o despectiva, más bien cómplice, amable y distante por discreta. No lo saludé, ni le pregunté por dónde había entrado ni de qué derecho ni por qué razón estaba este hombre sentado en mi butaca. Me quedé observando si eran malicia o humor sus palabras. Entendí que me invitaba o desafiaba a expresar a mi vez lo que el brandy de la botella me inspiraba. Clavé decidido en su faz mi mirada juguetona, y acerqué a mi olfato la botella. Él habría hecho trampa, o algún truco de magia tribal y sugestiva, pues no cabían en mi mente otras sensaciones que las que con su voz me había dictado.
Dije algo por inventar algo y por enseñarle a mi ladrón que yo también puedo ser poeta. Algo dije como:
"A la superficie
de este alcohol de bronce
delfines invisibles
te llevan y te esconden".
Se levantó mi invitado que nadie había invitado y se acercó a la ventana. Bebió un sorbo. "Me gusta" dejó escapar como si abriera un puño devolviéndole distraído la libertad a una mariposa presa. Me atreví : "¿Le gusta MI Brandy?". Me miró y mientras se esfumaba entre el yeso, los libros y las alfombras y dejaba en mis dedos su copa medio bebida me silbó: "Me gusta tu poesía".
Me dejó solo y helado, con mis libretas vacías y mi copa de brandy, él un dandy y yo un novato.
A Don Francisco Herrera Ruiz, poeta de Jódar
Carta a Mancía desde finales del Invierno
Peloncho, desplumado, despojado
¡Pobrecito arbolito deshojado!
Ea mi nana
Tarde o temprano
saldrán manzanas
de este manzano
¿vendrá sobre sus ramitas desnudas
algún pajarito a calmar sus dudas?
Ea mi nana
Tarde o temprano
saldrán manzanas
de este manzano
¿o refrescante y gris la lluvia helada
sacará brillo a su piel olvidada?
Ea mi nana
Tarde o temprano
saldrán manzanas
de este manzano
Es marzo. Dile que no se alborote,
de cada yema sale un verde brote...
Ea mi nana
Tarde o temprano
saldrán manzanas
de este manzano
Y cuando lo peine la primavera
no habrá árbol más verde en la huerta entera
Ea mi nana
Tarde o temprano
saldrán manzanas
de este manzano
Inscription à :
Articles (Atom)